Ser Humilde para Ser Levantado

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo. - 1 Pedro 5: 6

La humildad es una cualidad que muchos malinterpretan. Algunos piensan que significa hablar mal de sí mismos. Algunos piensan que significa vivir con solo satisfacer sus necesidades básicas. Otros intentan mostrar su humildad negándose a aceptar cualquier papel que los ponga en primer plano. La humildad no es hablar mal de ti mismo, sino hablar de ti mismo con sinceridad o en absoluto. No es vivir solo con tus necesidades básicas, porque Dios quiere que disfrutemos de la abundancia. Rechazar posiciones de liderazgo no es un acto de humildad. Más bien, si está en el liderazgo, no llame la atención sobre sí mismo ni abuse del poder y la autoridad que tiene. Una persona humilde no se humilla ni se enaltece. La humildad es ser quien Dios dice que eres y disfrutar de lo que Dios te ha dado mientras mantienes una actitud saludable y respetuosa hacia los demás. Puede parecer que la humildad lleva a ser pasada por alto, ignorada o despreciada. Ten la seguridad de que Dios te ve y conoce las intenciones de tu corazón. A Su tiempo, Él te levantará. Y cuando Dios dice que es tu momento, no se te puede negar.

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