Sacrificarse en Gratitud
Y tomó la copa, y habiendo dado gracias, se la dio; y todos bebieron de ella. - San Marcos 14:23
Por difícil que sea de creer, ya es el primero de abril, el mes de las lluvias. En agricultura, este es el momento de plantar, sembrar y cultivar. Es el momento de empezar de nuevo o empezar de nuevo con nuevas expectativas.
Hay diferentes formas de sembrar y numerosas semillas que se podrían plantar. A medida que nos acercamos al Domingo de Resurrección, reconozcamos a Jesús como la semilla más grande y poderosa que jamás se haya plantado. En su entierro, fue plantado para nuestro beneficio. Como dice la Biblia, tuvo comunión con sus apóstoles antes de ser llevado cautivo. Mientras servía el vino, que representaba su sangre, dio gracias. Simbólicamente, estaba sirviendo su sangre que sería derramada a través de una muerte horrible a un grupo que lo abandonaría, sin embargo, expresó su gratitud.
Muchas veces, es difícil para nosotros ser plantados o sacrificados voluntariamente por otros. Aunque normalmente no nos sacrificamos hasta el punto de derramar sangre dolorosamente, nuestra actitud no es la que debería ser. Si Jesús estaba agradecido de saber la ofrenda que estaba a punto de ser, nosotros deberíamos hacer lo mismo. Es una bendición ser una bendición. No hay mayor propósito en la vida que ayudar a salvar el de otra persona. Al hacerlo, aunque espere gratitud, asegúrese de expresarla también.