Evidencia Fructífera

En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto; así seréis mis discípulos. - Juan 15: 8

Un último paso en el ciclo de crecimiento de un árbol es dar fruto. Para hacerlo, un árbol debe soportar todas las estaciones. Cuando llega el frío y las ramas se vuelven oso, cuando soplan fuertes vientos tormentosos, nunca ves que un árbol se desarraiga e intente escapar de los elementos. Luego, a su debido tiempo, aparece la fruta. Sirve como evidencia de la fortaleza e identidad del árbol.

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Como creyentes, debemos soportar las temporadas de la vida. Si permanecemos donde Dios nos plantó, Él estará con nosotros. A medida que crecemos, Él nos moldea y nos forma. Luego, a Su tiempo, damos fruto. (Gálatas 5: 22-23) De ese modo, mostramos Su poder obrando a través de nosotros y exhibimos evidencia de que le pertenecemos.