Cuida Tus Conexiones
Moisés debía guiar a los israelitas a través del desierto hasta la Tierra Prometida. Sin embargo, los israelitas se rebelaron repetidamente, hablaron contra Dios y contra él. Muchas veces Dios le habló a Moisés como lo hizo en Éxodo 32:10. Debido al comportamiento de los israelitas, Dios quería separar a Moisés de ellos y convertirlo en una gran nación. Moisés siempre intercedió por ellos, y Dios se rendiría a Moisés. Sin embargo, lo que Moisés no pareció darse cuenta es que el problema no desapareció. El comportamiento de los israelitas no mejoró. Finalmente, Dios le dijo a Moisés que no los consumiría, pero que no irían a la Tierra Prometida (Números 14:23). Entonces, Moisés está atrapado con ellos en el desierto. Finalmente, las mismas personas por las que había intercedido lo enojaron tanto que desobedeció a Dios. Debido a su desobediencia, Dios le dijo que él tampoco iría a Canaán (Números 20: 7-12). Moisés permitió que los israelitas lo derribaran con ellos. Echaba de menos la Tierra Prometida porque permanecía conectado con ellos.
Moisés estaba tratando de cumplir su vocación. Pero, a veces hay que reconocer cuándo es el momento de reenfocarse. Dios nos ha dado el libre albedrío. Podemos hacer lo que queramos. Las personas conectadas contigo no siempre hacen lo que se supone que deben hacer. Es importante saber cuándo separar a las personas y no permitir que causen que pierdas grandes oportunidades. Moisés no sabía que sus respuestas a Dios conducirían a su fracaso. No parecía reconocer quién es Dios y sabe qué es lo mejor. Si Moisés solo tuviera otra oportunidad y supiera la forma correcta de responder. Él podría haber ahorrado su alma tanta angustia. La lección es: a veces, el problema no es usted. El problema es con quién estás. Cuida tus conexiones.