¿Cómo es tu audición?
Por tanto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse: Santiago 1:19
La comprensión es necesaria para el mantenimiento de la paz. Una forma de obtener comprensión es escuchar y escuchar. Escuchar nos permite observar y asimilar. Podemos escuchar no solo palabras o sonidos, sino también tonos, gestos y cosas por el estilo. Es importante escuchar con la mente abierta y no permitir que nuestra interpretación se vea afectada por influencias externas. Además, mientras estamos en este modo, con suerte, tendremos la oportunidad de hacer preguntas aclaratorias. Escuchar y escuchar de manera eficaz ayuda a determinar correctamente los siguientes pasos.
Una vez que hablamos o actuamos con ira, se dice lo que se dice y se hace lo que se hace. Podemos disculparnos si nuestras palabras o acciones son incorrectas, sin embargo, no podemos retirar nada. Es por eso que debemos ser lentos para pasar a estas etapas de comunicación. (Proverbio 15:18) Moverse apresuradamente puede provocar malentendidos y conflictos evitables. A veces, pero por la gracia y misericordia de Dios, se hace un daño irreparable.
En cualquier interacción, en cualquier relación, el objetivo común debe ser la paz. Entonces, cuando nos sintamos ansiosos por hablar, debemos estar seguros de haber escuchado y escuchado como deberíamos. Esto asegurará una respuesta adecuada. Escuchar atentamente no siempre es fácil, sin embargo, debemos apresurarnos y no apresurarnos.